El ocelote es un carnivoro perteneciente a la familia de los félidos, siendo el gato manchado más grande del género Leopardus (Redford & Eisenberg (1992) citado en Kittel, 2011).
El color del pelaje varía mucho, incluso dentro de una población. Las marcas en un lado no coinciden con la otra, siendo la frente, la corona, la nuca y los hombros las partes que muestran la mayor variabilidad. Los ocelotes al norte del Río Grande son más grisáceos que los del sur, con marcas negras que se asemejan al ancho de los espacios entre ellos (Cahalane, 1947; Cisin, 1967; Goldman, 1943, citados en Murray & Gardner, 1997).
El color de fondo varía de amarillo blanquecino o amarillo aleonado a gris rojizo y gris (Nowak & Walker, 1999). El color base desde la corona hasta justo detrás de los omóplatos es un tono más profundo que el de la mitad posterior del área dorsal y el color de fondo de los lados es más pálido que la parte posterior. Las marcas más distintivas son los puntos alargados con bordes negros que encierran partes del color (más oscuras que el color de fondo según Nowak & Walker, 1999) de fondo y forman rayas en forma de cadena que se extienden oblicuamente por los lados.
Las partes inferiores son blancas, manchadas con negro y la cola está manchada y rodeada de negro. La cabeza tiene pequeñas manchas negras y dos franjas negras en las mejillas, de cuatro a cinco franjas paralelas en el cuello y una o dos barras transversales recorren el interior de las patas delanteras. El pelo crece hacia adelante a lo largo del cuello desde el hombro hasta la oreja. Los ojos son de color marrón oscuro y cuando se iluminan con luz artificial, aparecen dorados en lugar de los comunes verdes. Las hembras son más pequeñas que los machos y se parecen físicamente a los machos, incluso en el escroto
Siguiendo la descripción de Murray & Gardner (1997), el ocelote es aproximadamente del tamaño del lince rojo (Lynx rufus), pero la cola es más larga (27-45cm contra 12-19cm) y el pelaje es más corto. Comparado con el jaguar (Panthera onca), L. pardalis es más pequeño (11-16 kg vs. 74-104 kg) y tiene rayas negras paralelas en la nuca y rayas oblicuas cerca del hombro. El ocelote se parece mucho al margay (Leopardus wiedii), pero L. pardalis es más pesado (11-16 kg vs. 3-9), es más alto en los hombros que L. wiedii (40-50 cm vs. 30- 45 cm) y L. pardalis tiene una cola más corta que apenas toca el suelo (27-45 cm vs. 33-51 cm) (Murray & Gardner, 1997).
La longitud de cabeza y cuerpo es de 550-1000 mm y la longitud de la cola es de 300-450 mm (Leopold, 1959). El peso es de 11.3-15.8 kg. El color de fondo varía de amarillo blanquecino o amarillo aleonado a gris rojizo y gris. Las rayas y manchas oscuras se organizan en pequeños grupos alrededor de las áreas que son más oscuras que el color de fondo. Hay dos franjas negras en cada mejilla y una o dos barras transversales en el interior de las patas delanteras (Nowak & Walker, 1999; Murray & Gardner, 1997). La cola está anillada o marcada con barras oscuras en la superficie superior (Nowak & Walker, 1999).
Las partes inferiores del ocelote son blanquecinas con manchas oscuras. Las manos y la parte inferior de las patas son grises, manchadas finamente con negro (Leopold ,1959).
Distribución geográfica
Aprovechamiento
Monitoreo
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Información complementaria
Los ocelotes impactan significativamente su entorno como depredadores, pues aunque se alimentan principalmente de vertebrados terrestres, estos son cazadores oportunistas y se aprovechan de muchos tipos de animales.
Ocasionalmente, sirven como presas para carnívoros más grandes como los jaguares y el puma. Además son hospederos de numerosos parásitos, como Paragonimus, Taeniidae, Strongylida, Toxocara cati, Capillaria, Spiruridae, Aelurostrongylus, Oncicola, Hammondia pardalis, Isospora spp. Y finalmente, tienen importancia para el humano, pues controlan las poblaciones de roedores que generalmente son plagas, pero al reducirse significativamente sus presas naturales, pueden atacar las granjas y cazar aves de corral (Patton et al., 1986; Redford et al., 1992, citados en Kittel, 2011; Murray & Gardner, 1997).
La tendencia actual de la población de ocelotes es decreciente (Paviolo et al., 2015).
No se conoce el estado actual del hábitat del ocelote (Paviolo et al., 2015).
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