Se trata del lobo de crin (Chrysocyon brachyurus), también conocido como aguará guazú, no es un lobo ni un zorro, sino el único miembro de su género. Es uno de los mamíferos más singulares de Sudamérica, y en el Perú solo se ha registrado en las Pampas del Heath, dentro del Parque Nacional Bahuaja Sonene, un ecosistema de sabanas tropicales único en el país.
Este carnívoro solitario se caracteriza por sus largas patas, que le permiten moverse entre los pastizales altos, y por su dieta omnívora, que incluye desde pequeños animales hasta frutas como la guapeva. Tiene un comportamiento muy curioso: marca su territorio con una orina de olor fuerte, similar al de la marihuana, lo que lo hace fácilmente detectable por los investigadores.
El lobo de crin está clasificado como Casi Amenazado según la Lista Roja de especies amenazadas de la UICN, y en Perú sus principales amenazas se encuentran la reducción de su hábitat debido al uso establecido por el hombre, principalmente para la agricultura; y la fragmentación de su hábitat.